Mensaje de cuaresma día 07. martes 23.02.2021
Antífona: Señor, Tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre Tú eres Dios.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Pidamos a Dios, Padre bueno y todo poderoso que nos conceda que mientras afligimos nuestro cuerpo con la penitencia, nuestro espíritu se vea iluminado por el deseo de estar cerca de ti.
En la primera lectura del profeta Isaías 55 10-11. Esto dice el Señor: “como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, si no después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultados, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
Así como un niño no entiende las decisiones de sus padres de evitar algo "bueno", así le pasa a Dios Nuestro Padre con nosotros, es tal su misericordia y su amor que siempre tiene reservadas cosas mejores para nosotros y esta siempre esperándonos, llamándonos a través de su palabra en la Biblia, pues como lo dice al final "no volverá a mi sin resultados".
En la lectura del Evangelio San Mateo 6, 7-15. Jesús enseña a sus discípulos a orar correctamente a El Padre, pero antes advierte que evitar la palabrería, porque El Padre sabe lo que hace falta antes de qué lo pidamos y entonces comienza con la oración del Padre Nuestro. Esta oración básica de nuestra fe católica, que hacemos al menos una vez en cada Misa y explicada con lujo de detalle en el Catecismo. El Padre Nuestro es una fórmula para entender cómo orar, pedir, ofrecer acciones para él y para todas las personas porque, no decimos Padre mío, sino Padre Nuestro.
El tema central del día es la oración, la palabra dirigida a Dios. Ya desde el miércoles de ceniza se nos propusieron para esta cuaresma 3 actividades:
- El ayuno, penitencia o mortificación.
- La limosna o amor al prójimo.
- LA ORACIÓN. Esta es la más importante, ya que debe estar presente en las otras dos para darles validez ante Dios.
Y no hagamos malas interpretaciones, no digo que el ayuno y la limosna no deben existir, por ejemplo: ¿Cuántas instituciones y personas hay que ayudan al prójimo? la Cruz Roja, Teletón, Fundación Televisa, Fundación Telmex, entre muchas, que dan mucho más que nuestra iglesia, esta bien que ayuden y que sigan ayudando, pero la diferencia es que lo hacen bajo sus criterios, sus términos, su conveniencia, es decir, a su modo y no por voluntad de Dios.
Nuestra queridísima Madre Santa Teresa de Calcuta decía: "No vayan a ayudar a un necesitado sin antes haber orado, porque tú no puedes dar lo que no has recibido. Si no te sientes Amado por Dios, ¿Cómo pretendes ir y amar a alguien". Porque Dios pide realizar estas actividades de ayuno y la limosna por amor a Él, que sea por su voluntad y no por la nuestra, estos actos valen inmensamente ante Dios, por eso Jesús en Marcos 12, 43. "Llamó a sus discípulos y del dijo: Os digo de verdad que esta viuda pobre ha dado más que todos los que echan en el arca del tesoro".
¿Podríamos entonces decir que es difícil realizar estas 3 actividades? Sí, pero comencemos con la Oración: Esto es como cuando por alguna circunstancia debemos hacer ejercicio, no iniciamos corriendo un maratón; comenzamos caminando, después trotando y así avanzamos hasta lograr nuestro objetivo. De la misma manera pasa con la oración: nos aburrimos, nos dormimos, nos "aporreamos", pero lo importante es no desistir, buscar a través de la fórmula del Padre Nuestro una manera de Orar.
Es entonces cuando Dios, El Padre Bueno, sale a nuestro encuentro y llena nuestros corazones para ser capaz de amar a nuestros semejantes y esto, inevitablemente nos pone en acción, preparados para el ayuno y la limosna verdaderos.
Pidamos a nuestra Santa Madre María de Guadalupe que nos acompañe en este caminar cuaresmal, que sea nuestra guía en la Oración y modelo de ayuno y limosna de acuerdo a la voluntad de Dios. Amén.