sábado, 4 de diciembre de 2021

Domingo II de Adviento: Hagan rectos sus senderos

ADVENITUS REDEMPTORIS. "y EL VERBO de hizo carne y habitó entre nosotros..." Jn 1, 14.  

Domingo II de Adviento: Hagan rectos sus senderos.


Del santo Evangelio según san Lucas: 3, 1-6

Este domingo el evangelio nos habla de Juan, (hijo de Zacarías y Santa Isabel, la prima de la Santísima Virgen María, primo de Nuestro Señor), que iba predicando el bautismo para el perdón de los pecados:

"Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios"

Juan nos invita ti y a mi a:

  • Rellenar nuestros valles, es decir, no te sientas apocado o menos que nadie, no vivas con excesivo miedo, este tiempo de Adviento es todo lo contrario, es un tiempo de esperanza (Domingo I Adviento), de preparación pero alegre, entonces levanta la cabeza que Dios te AMA y tiene un plan para ti, solo acércate.

  • Rebajar nuestras montañas, es decir, a bajarle muchas rayitas a tu orgullo, a tu egoísmo, a tu arrogancia, a sentirte superior al prójimo, porque si los dejas entrar a tu corazón, te hacen perder la esperanza y entristecen tu corazón. Por el contrario, construye tu casa sobre la roca (jueves I Adviento) y practica la compasión (Sábado I Adviento).


AVE MARÍA


Dios te salve María 
llena eres de Gracia
el Señor es contigo; bendita tu eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el Fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora
de nuestra muerte.

Amen





Sábado I de adviento: La compasión de Dios

ADVENITUS REDEMPTORIS. "y EL VERBO de hizo carne y habitó entre nosotros..." Jn 1, 14.  

Sábado I de adviento: La compasión de Dios.

Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 35-10, 1. 6-8

El evangelio de hoy nos muestra un Cristo misionero que predica el reino de Dios a toda persona, pero que también los cura de todas sus dolencias y enfermedades, porque al verlos se compadece de ellos, pero sus fuerzas humanas no alcanzan para tanta gente, dice:  "La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos"  y entonces llama a sus Discípulos y los envía, y les das potestad para expulsar demonios y curar toda clase de enfermedades.

La palabra clave a practicar en este Adviento es: "compadecer", es decir: "padecer con", es decir: "ponerse en los pies del prójimo", ahora bien. ¡Qué grande es la compasión de Dios! y ¿qué hay de la nuestra?, ¿cómo entendemos, pero sobre todo qué tan compasivos somos?

Aquí hay un problema, porque hay pasajes en del evangelio que son muy bonitos; La parábola del "hijo pródigo", la samaritana, las parábolas y su comparación con el reino de Dios, pero hay otros, como este, en el que Cristo, así como manda a sus discípulos nos manda a nosotros, sobre todo a SER COMPASIVOS, y ¡Qué trabajo nos cuesta ser compasivos a su nivel de compasión!

Porque, cuántas veces vemos un homosexual o una lesbiana y así sin más los discriminamos, nos creemos dueños del templo, queremos impedir que participen y muchas veces, impedirles la entrada, nos ponemos duros con ellos porque la Biblia y el catecismo dicen que están en pecado, y eso es cierto, pero ¿dónde esta tu compasión?, ¿conoces sus problemas?, ¿sabes si están dando la batalla por salir de eso?, ¿al menos has rezado por ellos?. ¿Porqué prejuzgarlos? ¿no sabes que ellos tal vez acostumbran hacer la obras de caridad que tu, tal vez no practicas ni con tu familia?

El caso de un alcohólico y un drogadicto, que reconocen su pecado, que no lo justifican, que han dado la batalla y que no han podido vencer su vicio. Yo conozco a un enfermo así; nunca ha faltado a su trabajo, a nadie le falta al respeto. Yo mismo, muchas veces he llegado tarde a mi trabajo.

Para tener compasión o al menos imitar un poco la de Dios, es importante queridos hermanos, que separemos el pecado del pecador.

Al pecado no justificarlo y llamarle como es: pecado, porque "Dios no a dado a nadie permiso de pecar" Sir. 15, 20. Ahora bien, toda persona, por más pecador que sea, tiene el mismo derecho a la misma misericordia de Dios, así como tu y como yo. ¿O crees acaso que las personas a las que curó Cristo y después sus discípulos estaban libres de pecado?, por supuesto que no y sin embargo, en el evangelio no se sabe de nadie al que se le haya negado algún milagro.

Ahora matizamos para no confundir, si una persona es encontrada culpable de un delito, que pague por ese delito, pero no somos nadie para impedir que se arrepienta y se acerque a recibir la misericordia de Dios.

Oración a la Virgen María:
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, 
que jamas se oyó decir, 
que ninguno de cuantos 
han acudido a vuestra protección, 
implorando vuestro auxilio y 
reclamando vuestro socorro, 
haya sido jamas abandonado de vos.

Animado por esta confianza, a vos acudo, 
oh Madre, Virgen de las vírgenes, 
y gimiendo bajo el peso de mis pecados 
me animo a comparecer ante vos.

Madre de Dios, no desechéis mis suplicas, 
antes bien, escuchadlas y 
aceptadlas benignamente.

Amen.

II DOMINGO DE RESURRECCIÓN: "LA DIVINA MISERICORDÍA"

PASCUA: "Resurrexit sicut dixit, Alleluia". "Resucitó, como lo había dicho, Aleluya" . II DOMINGO DE RESURRECCIÓN: "...