Mensaje de cuaresma día 13. lunes 01.03.2021
Antífona: Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino recto, en la asamblea bendeciré al Señor.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Que la gracia de Dios Padre misericordioso este con nosotros. Así sea
Mientras que en el Santo Evangelio san Lucas: 6, 36-38, nos dice "En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Este Evangelio, muy cortito pero también muy fuerte, lo podríamos equiparar con el remedio que hace muchos años nos daban nuestros padres cuando teníamos parásitos intestinales, el aceite de ricino, una sola cucharada de este brebaje nos provocaba una terrible diarrea, nos caía pesado, generaba molestias y malestares en nuestro cuerpo, provoca nauseas y diarreas, pero al final, termina sanar nuestro organismo.
Critica el pecado, moléstate con el pecado, rechaza el pecado; pero NO juzgues a tus padres, a la prostituta, al homosexual, a la madre soltera, al drogadicto, al alcohólico, a tu hermano, a tu tío, a tu hijo, a tu esposo. Solo a Dios le pertenece el juicio, porque él es justo y misericordioso, pero nosotros no lo somos, así que dejemos de mandar al infierno a todo el que se nos ponga enfrente, porque tu enemigo es injusto, pero si juzgas, tú también lo serás y ¿de qué te servirá ir a Misa todos los domingos y comulgar?
Padre justo y misericordioso, fortalece nuestros fieles corazones y afiánzalos
con la fuerza de tu gracia, para que seamos misericordiosos con nuestro prójimo y duros críticos y combativos del pecado. Amén
Todos te deben servir, Virgen y Madre de Dios, que siempre ruegas por nosotros, y tú nos haces vivir. Tanta fue tu perfección y de tanto merecer, que de ti quiso nacer quien Es nuestra redención. Amén.