TRIDUO SACRO. SÁBADO. La Theotokos, Esclava de El Señor en el dolor.
Un sábado que comienza triste, en la oscuridad, pues estamos acompañando a La Theotokos en su dolor por la muerte de su hijo. Que un hijo muera, en la gran mayoría de los casos, es catastrófico para su madre, esto ya sabemos que es tan doloroso que no hay una palabra para definirlo. Ahora imagínate a una mujer viendo cómo lastiman, como torturan y finalmente, cómo matan a su hijo. Esta es La Theotokos. Esta es una de las cosas que dice el evangelista que la Madre de Dios "guardaba y las meditaba en su corazón". ¿Qué estaría meditando La Theotokos?
Sí, con su fe ciega en Dios, así lo confirman los textos Bíblicos; primero los Apóstoles desvalagados, escondidos por miedo a morir, luego; dicen que algunas mujeres fueron al sepulcro a embalsamar el cuerpo, porque ellas ya consideraban, como en todos los casos anteriores, que todo había terminado. Pero de La Theotokos no dice que se escondió, tampoco fue al sepulcro. ¡Esta es FE verdadera!
Seguramente también es una mujer de profunda entrega a la oración: ¿Cómo crees que será su oración en estos momentos? Con todo y su gran dolor, no creo que orara a Dios Padre por su Hijo Jesucristo, más bien creo que por ti y por mi. Ora por tu conversión y para que "Hagas lo que Él [CRISTO] te diga". Yo creo que su oración va más o menos así:
MAGNIFICAT
(Lc 1,
46-55)
Gloria al Padre...
Entre tanto, una pequeña luz de esperanza comienza a brillar a lo lejos y, con el paso de los minutos y horas, va acabando con la oscuridad. Esa Luz proviene de Cristo, que ha descendido a los infiernos para rescatar a los Santos presos.Y una vez que aclarando amanece, nos rescata también a ti y a mi.
No, no cometas el error de dejar sola a María, consagrate a ella, únete a su oración de intercesión por todo el mundo y por alguien más de tu familia que necesite conversión.
Durante la Vigilia pon mucha atención a tres signos:
Primero.- La llama bendita del fuego nuevo, que te anima a ser fuego y termina con la oscuridad en tu vida.
Segundo.- El agua del Bautismo: que al renovar con ella las promesas bautismales, por la misericordia de Dios te quitan toda mancha de pecado, y te preparan para recibir la Eucaristía.
Tercero.- La Liturgia de la Palabra, que en esta ocasión especial se derrama abundantemente en tu corazón, para que "medites todas estas cosas en tu corazón" y "como lo hizo María, que tu mensaje escuchó y dijo un sí generoso, para aceptar su misión", así lo lleves tu a la práctica, como ELLA lo hizo.