MIÉRCOLES SANTO: La traición a Él Siervo de Yahvé.
El Iscariote: no solo simpatizante, no solo seguidor, sino apóstol, es decir, elegido por Cristo, animador de un grupo juvenil, miembro del selecto grupo de dirigentes juveniles y creador de contenidos para Pascua Juveniles del EDIPAJ Colima, coordinador general de un centro de Pascua Juvenil, integrante de un coro del música para tocar Misas, elegido para ir de dos en dos a predicar el Evangelio como Misionero de la Eucaristía Laico y regresar alegre contando su experiencia maravillosa. Amigo personal y de toda confianza de Cristo.
Para el resto de los apóstoles que vivieron lo mismo, la sentencia de Cristo: "uno de ustedes me va a traicionar", fue bastante rara. No obstante, todos estaban conscientes del peligro de caer en tentación y traicionar a El Señor, por eso preguntaron ¿a caso seré yo Maestro?
Y ¿porqué escuchar esto no es raro para este Iscariote? porque acepta que fue descubierto por Cristo y, aunque los otros no lo notaron, el muy cínico no oculta su maldad, empero, en lugar de arrepentirse y pedirle misericordia, persiste con su idea, quiere hacer las cosas a su manera.
¿En qué momento resbalaste Iscariote?, ¿En qué momento dejaste tu oración?, ¿Porqué te dejaste de venir a Misa?,¿Porque aceptaste en tu vida rendir tributo a los dioses del dinero, del placer y del tener? y ¿Porqué te empeñas en continuar con estas ideas tuyas aun sabiendo que el resultado será la muerte por suicidio?
Traicionar a Cristo con un beso, es como elegir alejarse de su presencia y es lo más ruin, pues aparenta ser bueno, aparenta amor. No Iscariote, tu no deberías terminar así. porque Dios te creó bueno, maravilloso, santo ante sus ojos, digno de su misericordia y de su amor, depositario de sus dones, administrador de tu libertad. No Iscariote, tu gran pecado tiene solución en Cristo, arrepiéntete y pídele perdón, son los primeros pasos.
CRISTO VIENE A TU ENCUENTRO.