jueves, 25 de marzo de 2021

Cristo dijo, al entrar en el mundo: aquí estoy, Dios mío; vengo para cumplir tu voluntad.

FIESTA de la ANUNCIACIÓN A MARÍA y de la ENCARNACIÓN. día 37. jueves 25.03.2021.

Antífona: Cristo dijo, al entrar en el mundo: aquí estoy, Dios mío; vengo para cumplir tu voluntad.

En estos tiempos de "libertades humanas" es complicado encontrar una aplicación positiva de la palabra VIRGINIDAD. Muchas personas asocian esta palabra con: burlas a la castidad y el celibato, chistes denigrantes, "derechos" a disfrutar de la sexualidad antes del matrimonio, cosas de gente retrógrada o arcaica o pasada de moda. Sí, dentro de la iglesia, entre la gente sencilla, hablar de LA PURÍSIMA y hablar de la Virgen María tiene un gran significado, pero de allí en más, encontramos que sí nos gusta escuchar esta palabra cuando se refiere a algún lugar: bosque, selva, río, santuario, mar, ecosistema VIRGEN. Descubrir que hay lugares protegidos, llena de esperanza al mundo.

La manera de acercarnos con respeto al don de la VIRGINIDAD, (incluye hombres y mujeres), es descubrir ¿Cómo se guardan los tesoros?, lo que para ti es valioso en verdad, no es para todos, no lo compartes con todos, incluso, no se si te pase lo mismo, hay cosas que no compartes con nadie, que las dejas para ti (aquí hablo solo de experiencias positivas). Tu cuerpo y el mío, tienen un valor, por lo tanto, tu no besas a cualquiera, no vives con cualquiera, no te casas con cualquiera, pero si hay una persona que, por ser diferente a los demás, se sale de estas valoraciones, le llamamos duramente, que es un "cualquiera", como por ejemplo; el o la que tiene relaciones sexuales con muchas personas. 

Y en este punto en que la mujer no valora su cuerpo, (tal vez porque nadie le enseño a hacerlo), antes de ayudarle, se le señala duramente: "esta es una cualquiera" por no decir otra palabra y, sus hijos, si los tienen, también cargan con ese pesado lastre. Situación parecida pasa con los homosexuales y las lesbianas. Si no somos médicos, ni psicólogos, si desconocemos lo que está mal allí, siempre hemos de manifestar que esa conducta esta mal, pero ¿Quién eres para impedir la dignidad y el amor que Dios ha tiene por ellos?,¿Quién eres para negar el acceso a nuestra iglesia?, ¿Qué tipo de cristiano eres para no orar por ellos?. Cosa muy diferente es el "lobby LGBTTTIQ+...", que antes que ayudarles, juegan con ellos y excluyen al que pretende encontrar ayuda para salir de esta sombra, de esta autocensura.

Por lo tanto, aquella persona que realmente valora su cuerpo, es la que no lo entrega porque sí; ni por juego, ni por experimentar como dicen ahora los "terapeutas sexuales". Esta mujer, que valora su cuerpo y su dignidad, va a donarlo al quien realmente se lo merece.

 Ahora bien, ¿Existe la castidad en el matrimonio? "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne." (Gen. 2, 24). Si el hombre o la mujer que reciben este sacramento del Matrimonio, se mantienen fieles a su cónyuge, son célibes, virginales, porque son "una sola carne", es decir, se pertenecen el uno al otro. Bajo este argumento, si te casas con tu esposo y tienes relaciones sexuales solo con el, aunque tengas 10 hijos o los que sean, puedes decir que aun eres virgen. Lo mismo para tu esposo.

Ahora vamos con la Inmaculada y siempre Virgen María, de la que se dice: «Bienaventurada la que ha creído» (Lc 1,45) "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mt. 5, 3). o como dice San Agustín: "María concibió antes a Cristo por la fe en su corazón que físicamente en su vientre; María creyó y se cumplió en ella lo que creía" .

En el misterio de la encarnación narrado por Lucas, el Arcángel Gabriel derrocha sobre Myriam, La Mujer Sencilla que ha creído, una abundante Gracia, de tal manera que aumenta la adquirida ya desde su propia concepción física en el vientre bendito de Santa Ana y aun antes, cuando fue concebida en la "MENTE"  de la Santísima Trinidad. Porque El Mensajero le deja de llamar Myriam o María, para llamarle; ¡‘Jaire Kejaritomene’!, es decir: "Salve, llena de Gracia", como dice en el verso 28. Y para hacer aún más maravilloso este acto, un poco adelante en el texto en el 42, Santa Isabel, se dirige a Ella, diciendo; "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno"

La Virgen María es "llena de gracia", porque la Encarnación del Verbo, se realiza y cumple precisamente en ella. Como afirma el Concilio, María es "Madre de Dios Hijo y, por tanto, la hija predilecta del Padre y el Sagrario del Espíritu Santo; con un don de gracia tan eximia, antecede con mucho a todas las criaturas celestiales y terrenas". (Lumen Gentium, 53). ¿Qué alegría de un Hijo, es el poder escoger a su Madre! Exclusividad solo de DIOS.

Estas palabras llegan a La Virgen María, pero la gracia nos llega a todos. Ella recibe la luz que comunica y a todos regala el don que le ha llegado. Bien la llamamos "transparencia de El Señor", porque, así como aquellos cristales limpísimos, deja pasar la luz que la invade y la ternura que la penetra.

Por eso, si miramos a la Encarnación como una declaración de amor a La Virgen María, y así es porque a ella se dirigen las palabras que hemos oído en el Evangelio, bien podemos tomar esa declaración como un decreto de salvación que a todos nos cobija. La Madre de Dios, es la primera redimida. 
En La Virgen María, el Hijo de Dios se hace hombre, cumpliéndose así la profecía de Isaías: «Mirad, la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”» (Is 7,14). Sí, Jesús, el Verbo hecho carne, es el Dios-con-nosotros, que ha venido a habitar entre nosotros y a compartir nuestra misma condición humana. El apóstol san Juan lo expresa de la siguiente manera: «Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros» (Jn 1,14).
Como cristianos católico y misionero, tienes el deber de enseñar estas cosas a los que no las saben y a no creer en las barbaridades y las mentiras que los hermanos separados hacen de La Madre de Dios y Madre Nuestra y, que tú ya conoces.
Señor, fortalece en nosotros la verdadera fe, para que, cuantos proclamamos que el Hijo de la Virgen María es verdadero Dios y verdadero hombre, lleguemos a la gozo eterno por el poder salvador de su resurrección. Amén.

MAGNIFICAT
(Lc 1, 46-55)

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre.


II DOMINGO DE RESURRECCIÓN: "LA DIVINA MISERICORDÍA"

PASCUA: "Resurrexit sicut dixit, Alleluia". "Resucitó, como lo había dicho, Aleluya" . II DOMINGO DE RESURRECCIÓN: "...