domingo, 27 de marzo de 2022

Domingo IV de cuaresma: "Un vaso nuevo"

 

Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manso y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo" Mt. 11,29.
Domingo IV de cuaresma: "Un vaso nuevo"

Del santo Evangelio según San Lucas 15, 1-3. 11-32

Como decimos los que ya tenemos algunos años: "en mis tiempos..." la confirmación era de bebes. Luego, a los 6 años hice mi Primera Comunión. Desde entonces y hasta los 23 fui un católico "dicel", sí, porque "dice él" que es católico; yendo de vez en cuando a misa, siendo "buena persona", en fin. En 1999 recibí, por misericordia de Dios, en un "Kerigma", un encuentro fuerte y amorosísimo con Dios llamado "Pascua juvenil". Pues recuerdo esto porque hoy es mi aniversario número 23. ¡Cómo no recordarlo!, pues coincidentemente, ese año, todo completito, fue llamado "El año del Padre Misericordioso"

A ver, estamos de acuerdo en que el acto amoroso más grande de Dios por nosotros, es morir en la cruz por nuestros pecados, ofreciéndose al Padre como víctima de reconciliación. Pero este pasaje del Padre Misericordioso o del Hijo pródigo, ya dejaba entrever ese gran amor de Dios. Es uno de los más conocidos y comentados. Este solo pasaje es motivo de platicas de toda la semana, de retiros de 3 o 4 días, etc.  

Dios, El Padre Misericordioso, ama a todo mundo, pero al mismo tiempo, tiene amor preferencial por los más pobres entre los pobres y por los más pecadores. Así como hay Epifanía/Manifestación de Cristo, esta parábola diría que es como una de otras muchas "epifanias menores", pero del gran Amor de Dios, El Padre BUENO.

Entonces, en esta historia tú NO ERES el Padre Misericordioso. Si te crees el Hijo "bueno" que está en la casa trabajando, es porque saliste un poco más listillo que el otro y no te aventaste a lo borras, porque sabes que sin El Padre no harías nada. Por lo tanto, sigue trabajando duro y no te enojes si El Padre Misericordioso invita a uno de sus hijos alejados a regresar a casa. 

Tu, Hijo pródigo, que vives en un mundo de vicios y excesos donde otros te metieron, o que vives provocando abusos, violencia, división, caos, o que piensas que no tienes pecados graves, o que has perdido tu fe en Dios o que piensas que al abortar no mataste a tu hijo o que abandonaste a tu esposa e hijos por miedo al compromiso. Eso es estar entre los marranos, lleno de lodo y mierda, queriendo comer las bellotas que son reservadas para animales que en aquel tiempo se consideraban detestables e impuros. ¡Ya Chole!, acepta de una vez por todas que estás mal, que tu vida debe cambiar. Has pasado muchas cuaresmas así, que esta no sea otra más. Porque como dice el mismo salmo de hoy "Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor", y además ya sabes cual es el comienzo; humíllate ante Dios (Tema de ayer), reconoce que no lo has hecho bien y dile: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores". Entonces sucederá; tu Padre Misericordioso no espera a que llegues y sale a tu encuentro. Como TE AMA y está contento por tu regreso, te da el mejor abrazo de bienvenida sin importarle lo asqueroso, hediondo que estés y hará fiesta no importando que se enojen todos tus hermanos. Ahora bien, cuidado; nada de tibiezas, porque al ponerte la túnica y el anillo, estás aceptando el compromiso de resistir a las tentaciones y no caer en lo mismo. Que lo mejor que puedes hacer.  


Francisco Palazón y Martín Verde Barajas.
Gracias quiero darte por amarme,
Gracias quiero darte, yo a ti, Señor.
Hoy soy feliz, porque te conocí,
Gracias, por amarme a mí también.
Yo quiero ser, Señor, amado,
como el barro en manos del alfarero,
toma mi vida, hazla de nuevo,
Yo quiero ser un vaso nuevo.
Te conocí y te amé, te pedí perdón,
y me escuchaste. Si te ofendí,
perdóname, Señor.
Pues te amo y nunca te olvidaré.
Yo quiero ser, Señor, amado,
como el barro en manos del alfarero,
toma mi vida, hazla de nuevo,
Yo quiero ser un vaso nuevo.

II DOMINGO DE RESURRECCIÓN: "LA DIVINA MISERICORDÍA"

PASCUA: "Resurrexit sicut dixit, Alleluia". "Resucitó, como lo había dicho, Aleluya" . II DOMINGO DE RESURRECCIÓN: "...