Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manso y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo" Mt. 11, 29.
Viernes I cuaresma: Rectificar tu relación con tu hermano!
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 20-26
Dios, nuestro Padre BUENO, "Tú, que siempre nos perdonas, porque nos quieres mucho" y es tal tu amor que nos has regalado gratuitamente la Vida y la Libertad, pues de esta segunda hablaremos.
Gracias a esta libertad o libre albedrío es que somos diferentes, cada quien piensa y hace los que quiere. Por esto es que mucha gente dice: "yo soy independiente, no necesito un hombre/mujer para seguir mi vida", pues déjame decirte que lo que estás diciendo no es totalmente cierto. Cierto es que hay cosas que puedes hacer por ti mismo/misma, pero hay otras para las cuales se necesitan dos, como simplemente se necesitan dos para ser dos, porque nunca podrás encontrar una sociedad de uno, porque como lo digo Aristoteles: "El ser hombre es un ser social por naturaleza" y finalmente, porque tu relación con Dios, es entre dos.
Ser dos o más, te facilita la vida: platicas, convives, ríes, amas, también puedes ir al 2 x 1 al cine, pagas por mitad el taxi, renta, luz, agua, bailar solo no es tan buena idea como en pareja y, para casarse y tener hijos siempre se necesitan dos, hasta aquí todo bien, esto es lo positivo, ahora bien, hay muchas personas que piensan de manera contraria a la nuestra, que realizan actividades y tienen actitudes que nosotros reprobamos o no aceptamos, personas negativas, confusas de hablar y entender, rijosos que buscan dañar, herir, crear polémica, controversia, tal ves ya identificaste una o varias y si dices: "no, yo estoy rodeado/rodeada de amorts", revísate porque creo que el toxico/toxica eres tú.
Como lo vimos ayer "Rectificar el camino" es digamos el lema de la cuaresma, así que hoy en el evangelio Cristo nos invita a revisar y rectificar nuestra relación con el prójimo, pero TODOS los prójimos, los que nos caen bien, los que nos caen mal, pero muy especialmente los que despreciamos, los que humillamos, los que pretendemos no ver por la calle.
Para Cristo es tan central esto que nos dice: "si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda", con esto nos hace un llamado a derrumbar la soberbia y los caprichos que nos llevaron a tener diferencias y enojo, pero no hipocritamente, más de corazón.
Ahora bien, para rectificar, podrías preguntarte:
- ¿Te sirvió ir el miércoles de ceniza a recibirla?,
- ¿Te sirve rezar el Rosario diariamente, asistir a Misa los domingos y a la Hora Santa?
Puede ser que algún familiar tuyo o tú mismo/misma, sea o haya sido victima de alguna atrocidad, de alguna estupidez y que causó un daño terrible e irreversible. No somos de palo, no somos máquinas que se programan para perdonar y ya está, no. Procésalo, tómate tu tiempo, pide ayuda, platica con un psicólogo o busca a un sacerdote preparado y de ser necesario a un abogado, porque puedes estar en este proceso del perdón, pero al mismo tiempo tienes derecho exigir justicia y que se cumpla la ley, claro que sí, porque perdón no significa impunidad, porque es cierto que de Dios es la venganza, pero esto no se considera una venganza, sino acción de la justicia. Así que Hombres, pero sobre todo mujeres, tomen en cuenta esto.
