¡Compartan su alegría los que estaban tristes, vengan a saciarse con su felicidad!

Mensaje de cuaresma día 26. domingo 14.03.2021

 

Antífona: Alégrate, Jerusalén, y que se reúnan cuantos te aman. Compartan su alegría los que estaban tristes, vengan a saciarse con su felicidad.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Que el Espíritu Santo aumente nuestro don de entendimiento, a fin de renunciar a ser hijos de las tinieblas y ser ahora, hijos de la Luz. Así sea. 

Entramos al 4to. domingo de la IV semana de cuaresma y en la primera lectura del 2Crónicas: 36, 14-16.19-23, El Señor recrimina al su pueblo que desde los sumos sacerdotes y hasta el pueblo entero has sido infieles, les tuvo mucha paciencia, mandó profetas para que dejaran esas prácticas. Llegaron los Caldeos y acabaron con todo y con casi todos y fueron esclavos los pocos que quedaron, setenta años pasaron así. Pero como Dios es fiel a sus promesas los perdonó y los liberó a través de Ciro, el Rey de Persia.

Siempre, pero sobre todo es este tiempo que vivimos, es muy fácil para los ateos, los hermanos separados e inclusive muchos que se dicen Católicos, faltarle el respeto: a Dios, a la virgen, santos, símbolos, a la iglesia y a sus sacerdotes. Hay cualquier cantidad de: chistes, dibujos, audios, videos y escritos; burlándose, atacando, blasfemando, contra las cosas de Dios. Él sabe que somos su nuevo pueblo y ha establecido un pacto a través de la entrega de Cristo en la cruz. "Él nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad suya, hemos sido salvados" y esto es parte medular de la segunda lectura; Pablo a los efesios: 2, 4-10. Él sabe que también somos un pueblo de corazón duro y por eso ha tenido paciencia durante las de dos mil años, pero ¿cuánto tiempo más podrá soportar para ver a su pueblo santo, unido ante su presencia?, es aquí y ahora, es en esta cuaresma en la que Dios llama a tu puerta. Para de blasfemar y de faltarle al respeto, aprovecha esta oferta y "regresa al redil", no esperes a ser viejo porque: ¿Quien te garantiza llegar?.

En la lectura del Evangelio Juan: 3, 14-21, Cristo habla con Nicodemo, un Fariseo consciente. Le hace recordar cuando el pueblo de Dios era alimentado por el Maná, "el pan caído del cielo" le reclamaban estar comiendo siempre lo mismo, pero al mismo tiempo eran glotones, comían de más. Entonces Yahvé les manda víboras venenosas y a todo el que picaban se moría. El pueblo se arrepintió y le pidió a Moisés interceder para eliminar el castigo, El Señor le pidió a este, que hiciera una serpiente de bronce y que la levantara y le dijo, además, que todo aquel que viera la serpiente quedaría automáticamente curado y no moriría. es entonces cuando Jesús le dice a Nicodemo: "Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna". Creer en Cristo es el regalo de amor más grande que no merecemos, pero que sí necesitamos. Estar frente a Cristo crucificado, es reconocer que estamos enfermos y que es Él nuestro médico y nuestra medicina. Creer, tener fe en Cristo, es ver que sus yagas son el espejo de nuestra vida de pecado, nuestra pecatez, pero, al mismo tiempo, su resurrección a marcado un camino para nuestra santidad, para la gloria celestial; El privilegio de ver a Dios cara a cara a cara. 

PARA ESTO ES LA CUARESMA, PARA ESTO ES...

Pidamos a Dios todopoderoso, que tanto ama al mundo, que deje el rebaño y que venga por ti y por mi, ovejas perdidas, que nos aleje de las tinieblas, que nos cargue en sus hombros y nos regrese al redil. Amén.

Santa Madre de Dios, 

bendita entre todas las mujeres
acompáñanos y guía nuestros pasos
para que nuestras obras estén hechas según Dios.

Amén.