Mensaje de cuaresma día 15. miércoles 03.03.2021
Antífona: No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí. Ven aprisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo; Que El Señor conserve nuestras familias en el camino del bien que nos ha señalado y nos ayude en nuestras necesidades temporales para que podamos buscar los bienes eternos. Así sea.
En este miércoles entramos a la semana III de nuestro camino cuaresmal, el cual rogamos a Dios que sea provechoso. En la primera lectura el libro del profeta Jeremías: 18, 18-20, podemos tomar el verso 20. " Recuerda cómo he insistido ante ti, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu cólera". Esto nos liga a la texto del evangelio de ayer, puntualmente al final, en Mateo 23, 11, cuando el mismo Jesucristo nos pide "perdona a tu enemigo". Si Dios nos dice esto una vez, es porque es importante, pero si lo dice dos veces, es porque es muy importante, por lo tanto, es justo y necesario pedir a Cristo: "Iesu, mitis et humilis Corde, fac cor nostrum secundum Cor tuum!", es decir: "Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo".
En relación con la lectura del Evangelio según san Mateo: 20, 17-28, según el Evangelio, Jesús fue tres veces a Jerusalén, y esta era la tercera. Por tal razón, Él, queriendo desahogar un poco sus sentimientos, va contando a sus discípulos cómo sería su pasión, muerte y resurrección, pero ellos parecen estar en otra sintonía, incluso la mamá de los hijos de Zebedeo le pide que cuando esté en el Reino de Dios, coloque a sus hijos, uno de cada lado. Esto sería como si un amigo visita a su amigo gravemente enfermo en el hospital y en lugar de ayudarle, de ver qué necesita, le pide la herencia, incluso, esto desata el enojo de los otros discípulos, pero ¿ qué causaría la molestia? tal vez ellos también anhelaban ser el primero, el más importante. Esto nos puede pasar en el trabajo, en el estudio y desafortunadamente también a muchos de los que servimos en nuestra iglesia: queremos autoridad, queremos "el hueso", reconocimiento, salir en la foto, pero no movemos una escoba, acatamos solo las órdenes que nos convienen, hacemos cantos que sabemos que no debemos hacer, aceptamos el aborto, no nos confesamos, no comulgamos, etc.
En estos tiempos hablamos mucho de vivir felices, alegres, de la resurrección, celebramos la Vigilia Pascual, la Ascensión, Pentecostés, Cristo Rey, y esta bien celebrar las fiestas jubilosas del triunfo de Dios y de la fe. Pero ¿Cuántos pedimos estar con Él en la cruz?, ¿pasar por el camino angosto?, pero aclarando amanece, recuerda que es un proceso y sin crucifixión no hay resurrección, sino ¿Porqué crees que la señal de los cristianos Católicos es una cruz?, ¿Porqué crees que te pusieron una al inicio de esta cuaresma?, ¿Porqué el sacerdote te bendice con una cruz?, ¿crees que es porque así se ve bonito?. Es porque si no morimos con Cristo, no resucitaremos con Él.
"Cristo no quiere Magdalenas, Cristo quiere y necesita mártires". Estaba María Magdalena frente Jesús resucitado, por estar llorando no lo reconoció, a tal grado que El Señor le dice, ¿Porqué lloras?. ¡deja de llorar!, Los mártires, por el contrario, no derraman lagrimas, se niegan a sí mismos, sufren y pelean con gozo, derraman sangre para construir el Reino de Dios, porque sin Crucifixión, no hay Resurrección. Lo que Cristo nos ofrece antes de LA GLORIA, es beber EL CÁLIZ, ahora bien: El corazón de Jesús se abre para ti en esta cuaresma. ¿Estas dispuesto Tú, a beber EL CALIZ DEL SUFRIMIENTO junto con Jesús?
"Iesu, mitis et humilis Corde,fac cor nostrum secundum Cor tuum!"
Vengo a entregarte lo poco que poseo yo,
pues sólo tuyo soy para que lo pongas
en oblación ante el Trono de nuestro Señor.
Te doy mi voluntad, para que no exista más
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