ADVENITUS REDEMPTORIS. "y EL VERBO de hizo carne y habitó entre nosotros..." Jn 1, 14.
Jueves I de adviento: ¿sobre roca o sobre arena?
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 21. 24-27
Este día Cristo nos dice en el evangelio que no todo el que diga "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos y allí seguidito nos hace un comparativo de aquel prudente que construyó su casa sobre piedra y aquel imprudente que la construyó sobre arena. Y pero ¿qué relación tienen estas acciones entre sí?
Siempre he querido tener el hábito de rezar diariamente el Rosario, pero después de unos pocos días lo dejo, en esta última ocasión comencé en octubre y me dije a mi mismo, "mi mismo: si no lo haces un día, al día siguiente deberás rezar dos, para ponerte al corriente" y nada, llegaban las tentaciones y caía fácilmente. Fue hasta noviembre que comencé a hacerlo de verdad y solo una vez fallé, pero al día siguiente recé doble, hasta hoy 2 de diciembre he sido constante (32 días), pero le debo a mi morenita la Santísima Virgen de Guadalupe 25 Rosarios del mes de octubre que no hice.
¿Porqué no lo hacía? porque construí mi casa sobre arena, decía las oraciones y los rezos por decirlos, solo repitiendo como perico y hasta buscaba versiones breves en You Tube para hacerlo en 15 o 18 minutos.
¿Qué hice para conseguir rezarlo diario como debe ser? Construir mi casa sobre roca, no recitar cada oración o rezo, sino yendo a la raíz y vivirlo en mi corazón: Padre Nuestro..., Avinu Adonai..., Dios te Salve María..., Shalom lakh Mirjam... y trayendo a mi mente imágenes que me ayudan a acompañar a la Virgen María en estos santos misterios.
Cuando no lograba rezar el Rosario, era de los que decía "Señor, Señor", me convertí en un tibio, un "sepulcro blanqueado". Mas ahora que lo rezo diariamente; las tempestades, los vientos, la tentación están allí, pero la Virgen de Guadalupe se ha adueñado de mi vida, de mi corazón y es ella quien me sostiene. Indudablemente que no me siento libre de pecado, sino comprometido en dar la lucha en su contra.
Son bonitos los adornos, los acabados pues es lo que más llama la atención en una casa, un vestido, en la comida, etc., pero lo más importante son lo cimientos, la estructura, el cuidado al hacerlo, sin esto lo bonito pierde valor. En Este tiempo de adviento Cristo te invita a olvidarte un poco de qué marcas de ropa usas, en que coche te transportas, de tu cel y compu de última generación, y buscar en tu interior para nutrir tu alma, tu mente y tu corazón de la roca mas perfecta, Dios y su amor misericordioso, es decir, de encontrarte verdaderamente con Cristo Eucaristía. Él te espera en el Sagrario y en la Santa Misa.
Antífona: Vivamos ya desde ahora de una manera sobria, justa y fiel, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador.
Oración
Madre mía: Desde que amanece el día, bendíceme;
en lo rudo del trabajo, ayúdame;
si vacilo en mis buenas decisiones, fortaléceme;
en las tentaciones y peligros, defiéndeme;
si desfallezco, sálvame y al cielo llévame.
Amén.
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