Domingo II cuaresma: Transfigurarse!

Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manso y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo" Mt. 11, 29. 

Domingo II cuaresma: Transfigurarse!  

Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 28-36

En el primer domingo de cuaresma, reflexionamos a cerca de las tentaciones, es decir, la batalla de Cristo contra el demonio, al cual terminó por vencer, que es como decir, Este es el camino de la pascua: vencer las tentaciones a través de el ayuno, la oración y la limosna (obras de misericordia). Bueno, pues hoy el evangelio, en el pasaje de la TRANSFIGURACIÓN, nos da una idea, nos prefigura la fiesta de la pascua. Pedro, Santiago y Juan son testigos de la divinidad y el Señorío de Cristo: De la nube salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo, mi escogido; escúchenlo". 

Hay mucha gente que se queda en las tentaciones, que se queda en la cuaresma, espero que no seas tú, porque como ya lo dijimos en reflexiones anteriores, la cuaresma solo es un camino, una preparación para la pascua y para la pascua  eterna que es la Fiesta de los Santos, unidos con todos los ángeles para alabar a Dios.

Transfigurar es trascender la figura, a eso te invita Cristo y el camino para transfigurarnos nos pide cuatro cosas:

1. COMUNIDAD. Porque no podemos solos y para ponernos ejemplo, Cristo se llevó a Pedro, Santiago y Juan.
2. ESFUERZO. Si en tu trato diario: en familia, trabajo, escuela, etc., no tienes objeción de conciencia, si no te obliga a hacer un esfuerzo, si no encuentras resistencia, si no eres atacado, debes pensar que algo va mal, que definitivamente estás cayendo en una o varias tentaciones del demonio, analízalo y rectifica.
3. ORACIÓN. Porque: "Sin mi nada podéis" (Jn. 15, 5), porque habituarse a la oración es como hacer ejercicio, primero te cansarás, te desesperarás, te sentirás desanimado, es decir: punto 2, serás atacado, pero debes resistir, luchar, y con la ayuda de Dios, a experimentar una oración cada vez más profunda, más agradable a Dios, la cual necesariamente debe convertirse en una acción para beneficiar al que menos tiene.
4. LA BIBLIA. Porque iluminado con la palabra de Dios, permitirás al ESPÍRITU SANTO y sus dones actuar en ti y al fin TRANSFIGURARTE, es decir, estar en GRACIA DE DIOS. 

Y podrás preguntar, ¿Qué es estar en GRACIA DE DIOS? Quiere decir que lo que haces agrada a Dios, que estás cumpliendo su voluntad, que de manera imperfecta, pero te estás pareciendo a Cristo.

Pidamos a la Santísima Virgen María, la "Shalom lakh" (griego), la Llena de Gracia, la Gracia Plena, que ruegue a Dios por nosotros y que sea nuestro modelo de Gracia.