martes, 8 de marzo de 2022

Martes I cuaresma: Avenu Adonai!

Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manso y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo" Mt. 11, 29. 

Martes I cuaresma: Avenu Adonai! 

Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 7-15

Una jovencita a la que se le comenzó a hablar de Dios decía: "a mi me incomoda que me digan que Dios es Padre, porque yo tuve un padre, pero abusaba de mi madre; la insultaba, le daba golpes, al igual que a nosotros sus hijos, llegaba borracho y sin dinero a la casa y otras cosas más".

Piensa: ¿Cómo podrías borrar de esta jovencita esa percepción? Ella no aceptará cosa alguna que le digas a cerca del padre. Por más bonito que le hables, por más preparado o preparada que estés para catequizarla, ella tendrá la misma opinión negativa del padre y podrá decir: "yo no quisiera haber tenido un padre y no quiero conocer".

Ahora bien, tú, que eres católico, que sí reconoces a Dios como Padre y que muchas veces has rezado el Padre Nuestro (por lo menos 6 veces si rezas el Santo Rosario diariamente y una vez en la Santa Misa de los domingos), debes preguntarte: ¿En verdad rezo el Padre Nuestro o solo lo repito como perico?, ¿de todas las veces que lo rezas, cuantas de verdad elevas a Dios lo que estás diciendo?, sí tu y yo hacemos una encuesta, y responden sinceramente, ¿cuántos Padres Nuestros serán "efectivos"? 

Sin duda, que estamos fallando, por eso el mundo está como está y está cada ves peor. A ti y a mi nos urge rectificar nuestra relación con "Avenu Adonay"(Hebreo), "Dios Padre Nuestro". Lo primero que debemos hacer, antes de hablar con esta jovencita es un acto de contrición y decir: "Mea Culpa", "es mi culpa", es decir: "yo también soy culpable de que esta jovencita tenga un padre así". Y podrás responder como yo le decía a mi mamá cuando era niño ¿y yo porqué?, pues porque así como existe la comunión espiritual con Dios, así también existe el pecado social o "la comunión del Pecado" como lo llamó San Juan Pablo II, y a ver, claro que el principal responsable es el Padre de la jovencita, pero también mis propios pecados y los tuyos en "comunión", contribuyen a la expansión del mal: a la Guerra entre Rusia y Ucrania, a la violencia en México y en Colima, a los no nacidos que son abortados, a los pobres, etc. La conversión o Comunión de corazón y mente a Dios Padre Nuestro la necesitamos todos.

Cuando oras con el Padre Nuestro lo oras por todos, porque no puedes decir Padre Mío, sino Padre Nuestro, "Avenu". La revolución francesa, de tintes masones(*), acuño la frase "Fraternité" o "Fraternidad", es una hermandad, pero ¿cómo puede haber una hermandad sin un padre y una madre? Nosotros los Católicos tenemos a Dios por Padre y a la Santa Iglesia por Madre, y claro, también a la Santísima Virgen María. Sí, Dios es un Padre, pero es un Padre Bueno.

 (*)la masonería está condenada por al Santa Iglesia Católica, los masones están excomulgados de la Iglesia, ningún masón puede recibir la Sagrada Eucaristía mientras no se arrepienta, renuncie a la masonería, se confiese y reciba la absolución de un sacerdote.

Después de la Sagrada Eucaristía, El Padre Nuestro es el segundo gran regalo que nos dejó Cristo, es la forma con palabras de cómo Él tiene comunicación con su Padre Dios. En esta sola oración hay adoración, como decir un piropo a Dios: "Santo tu nombre", le pedimos el reino sobre la tierra: "Venga tu reino y se haga tu voluntad". Le pedimos el "Pan"; sí, el sustento, pero yo diría, encontrarnos la comunión de "La Sagrada Eucaristía" en la asistencia al enfermo, al pobre, el huérfano y la viuda. Pedimos "perdón de nuestras deudas" y ofrecemos "perdón a nuestros deudores". Pedimos fortaleza para "librar la tentación", y su "liberación y victoria ante la maldad".

Padre Nuestro en Latín.

Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur Nomen Tuum;
adveniat Regnum Tuum;
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a Malo.

En Español:
Padre nuestro, 
que estás en el cielo.
Santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.

Amén.


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