Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manso y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo" Mt. 11,29.
Una mujer que es engañada, utilizada como mercancía, obligada a prostituirse, a dejar que abusen de ella, que la humillen y al final de cada día la vuelven a encerrar. Una persona que ha nacido con una discapacidad, que no le dan oportunidad de estudiar; de tener un trabajo, de practicar un deporte y que cuando se descubren sus éxitos, solo es utilizado por empresarios o gobernantes para sacar beneficio y poder decir que le ayudaron. Un enfermo/a, que tiene una enfermedad crónico degenerativa o terminal, que su cuerpo está siendo mutilado o que vive soportando posturas cansadas o dolores interminables. Un bebe no nacido, que dentro del vientre de su madre es sometido a golpes, alcohol, drogas, alimentos dañinos, y que termina muriendo y siendo abortado. Un bebe no nacido que está sano, al que la madre o el padre deciden abortar porque truncará sus estudios, su vida laboral o empresarial. Un sacerdote que es perseguido, llevado a la cárcel, torturado y asesinado por criticar a los gobernantes, por defender las injusticias y estar en contra de los abusos, por proclamar el evangelio, por ministrar celosa y misericordiosamente los Santos Sacramentos.
Esta VIERNES SANTO "celebramos" por una parte que tu y yo también hemos vivido momentos de nuestra vida que han resultado ser nuestro propio viacrucis: tiempo de dolor y sufrimiento que se denomina "de las Almas Víctimas". Que nosotros no elegimos, que Dios ha permitido, pero que al mismo tiempo se compadece, y que completan el sufrimiento de Cristo en la cruz.
Pero también este VIERNES SANTO "celebramos" lo que podemos definir como el fracaso de Cristo: Sí, Cristo ha fracasado y seguirá fracasando en su intento por salvar nuestras vidas de la muerte y condenación eternas, mientras nosotros no renunciemos a la tentación del pecado y su materialidad.
No, no seas malagradecido, no dejes pasar de nuevo esta oportunidad de dejar a Cristo morir inútilmente. El ha venido a librarnos de las ataduras del pecado; no seas orgulloso/a, no sigas cargando con ellos, antes bien échalos en su pesada cruz, para que mueran de una vez por todas. Porque Cristo ha decidido cumplir la voluntad de Dios, Su Padre y por su gran amor, entregar su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad para salvar nuestras frágiles vidas.
"Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra hoy y siempre. Amén.
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