ADVENITUS REDEMPTORIS. "y EL VERBO de hizo carne y habitó entre nosotros..." Jn 1, 14.
Lunes III de Adviento: Autoridad + convicción = Voluntad de Dios
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 23-27
Este día en el evangelio los sumos sacerdotes y los ancianos le preguntan a Jesús: "¿Con qué derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?".
Jesús les respondió con otra pregunta: ¿De dónde venía el bautismo de Juan, del cielo o de la tierra?".Ellos, después de pensar detenidamente eligieron decir: "No lo sabemos".
Y Jesús responde que tampoco el contestaría las preguntas que le hicieron.
Ellos querían quedar bien con el pueblo y demostrar que Cristo no tenía autoridad, porque si la tuvieran deberían haber contestado la pregunta de Jesús sin problemas, con esto, El Señor demostró que tenían autoridad, más no la CONVICCIÓN de ejercerla, eran como títeres, pues más que cumplir esta función según los criterios de Dios, decidían lo que les traía más popularidad entre el pueblo.
Juan el bautista, el precursor de Cristo, vino al mundo a predicar la AUTORIDAD de Dios, denunciando el pecado e incitando al arrepentimiento. Por su parte, Cristo vino al mundo, apoyando el mensaje de Juan el Bautista, pero agregando CONVICCIÓN, es decir, aplicar a la AUTORIDAD DE DIOS, la gran misericordia que Él tiene por todos sus hijos.
Entonces tenemos que para hacer la VOLUNTAD DE DIOS, es necesario que aceptes la autoridad de Dios sobre tu vida, la entiendas o no la entiendas, es decir, que no escondas tu pecado, que no seas cínico, descarado, pero también, que no te quedes estático en tu pecado pensando y mucho menos aceptando que no podrás salir nunca de el.
Cristo fundó su iglesia en Pedro, pero no solo le dio autoridad, jerarquía y convicción a Él y sus sucesores; hay una línea de autoridad muy clara, que no ha sido interrumpida en más de dos mil años, hasta llegar a S.S. Francisco. Todas las decisiones oficiales que toma el Vicario de Cristo no están a discusión de nuestro gusto o disgusto, se consideran tomadas con asistencia del Espíritu Santo.
Entonces, si la iglesia dice que el aborto es un pecado mortal, es porque ya se analizó y así es, entonces, quien comete, promueve, aprueba leyes y ayuda a abortar, es pecador, pero además esta excomulgado, es decir, expulsado de la iglesia Católica, y aquí viene la convicción o misericordia de Dios, está en esta situación hasta en tanto no se arrepienta, confiese su pecado y prometa enmendarse y no volver a cometerlo.
Y así pasa con todos los pecados mortales, en los que no quedas excomulgado, pero si impedido para comulgar, hasta en tanto te te arrepientas, repares en lo posible tu pecado, te confieses y prometas no volver a hacerlo, como por ejemplo:
- Lujuria. si engañas a tu esposo, esposa, novio o novia, si miras pornografía y comentes actos deshonestos contra tu cuerpo. Pero también si miras con deseos impuros.
- Gula. si por comer en exceso, pero también por desperdiciar la comida o permitir que se eche a perder. También gula del alcohol, cuando tomas y tomas alcohol hasta perderte y no llevar dinero a tu casa porque te lo gastaste.
- Pereza. si tienes talentos e insistes en no hacer nada con ellos, pero también utilizarlos para hacer trampa, maldad, corrupción, sacar ventaja.
- Avaricia. Ser rico no es malo, pero eres avaro si obtienes tu dinero de fraudes, abusos de autoridad, corrupción, trabajos o bienes que inexistentes, pero también si te prestan algo y decides por tu cuenta quedártelo y no regresarlo.
- Y así, con todos los pecados capitales.
En este tiempo de Adviento, hazte acompañar por la Santísima Virgen María y pídele que te ayude, que te proteja, que te de fuerza de voluntad para superar tu pecado, ese que es complicado para ti, ese que ni tu mismo soportas, ese que se ha convertido en un vicio. Ella, sin duda te llevará a la presencia de Cristo, quien es el Camino, la Verdad y la Vida. Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona: Ven, Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.