¡Ten compasión de mí, Señor, porque me pisotean y me acosan todo el día mis enemigos!

Mensaje de cuaresma día 34. lunes 22.03.2021

Antífona:Ten compasión de mí, Señor, porque me pisotean y me acosan todo el día mis enemigos. 

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: que El Señor nos libre de pecado y los mantenga en Gracia, a fin de que fracasen los malvados que buscan pervertirnos.

Ea ya lunes V de cuaresma y en la primera lectura Del libro del profeta Daniel: 13, 1-9. 15-17. 19-30. 33-62, el profeta Daniel nos narra la historia a la que se le ha llamado de "la casta Susana". Donde dos ancianos muy influyentes y corruptos, movidos por baja pasión, le tendieron una trampa a Susana, una mujer muy hermosa, casada con Joaquín, a la cual les pidieron que se acostara con ellos y que no dijera nada o la acusarían falsamente con la ventaja de que su testimonio contaba más que el de ella. Pues ella le dijo: háganle como quieran pero de eso, nanai, es decir, que no acepta. Entonces resulta que los ancianos la acusan, ella es condenada a muerte y cuando va en camino a morir, clama justicia a Dios, y es escuchada y atendida su oración por boca del profeta Daniel, quien poniendo a prueba a los ancianos, descubre sus delitos y hace recaer sobre ellos la pena de muerte, la misma que ellos estuvieron a punto de lograr con Susana.     

¿No les recuerda esto a una persona que por ser muy influyente, le esconden sus delitos de violación cometidos contra varias mujeres y, no solo no va a la cárcel, sino que lo hacen candidato de un partido político al gobierno de un estado?, cosas como esta demuestran     que el Antiguo Testamento, como Palabra de Dios, esta vigente en todas las épocas.

De Susana podemos destacar su fe, su confianza en Dios,denunciando a estos ancianos corruptos, aun conociendo sus influencias. Ser inocente y clamar a Dios por esta inocencia es, en sí, ya, una victoria. Los malvados que no se arrepienten de su maldad, viven creyendo que la verdad no los alcanzará, pero suelen caer en ella. La primera víctima del Mal es el malvado, de manera que, si quieres perdonar verdaderamente, piensa primero en la causa que hizo que tu agresor se convirtiera de víctima a malvado.

En el Evangelio de hoy Juan: 8, 1-11, encontramos cierta similitud con la primera lectura; Cristo que viene de orar y los fariseos que vienen de planear maldad para acusarlo y condenarlo a morir (como a Suana). La ley Mosaica, es decir, de Moisés, mandaba apedrear al adúltero, pero no solo a la mujer, también al hombre, entonces ¿porqué no llevaron también al hombre?, ¿no sería que dentro de los fariseos corruptos que la acusaron, (primera lectura) estaban uno o varios de los que se acostaron con ella?

De los pocos irreprochables ante Dios, mencionamos primero a Cristo, el Santo de los Santos, después de Él, La virgen María y párale de contar. De allí en adelante, a todos nos aplicaría esta sentencia de Cristo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra". Ya lo veíamos en una reflexión anterior, debemos evitar mandar al infierno a alguien, porque el mismo Cristo no nos trata como merecen nuestros delitos.

Esto nos abre un panorama a cerca de lo que es el Sacramento de la Reconciliación; por una parte esta; el maligno, el malvado, que te llama por tu pecado, que quiere tu muerte eterna,  y por la otra; Dios, que te llama por nuestro nombre, que es compasivo, que no te condena, más te perdona, pero que te dice al final "vete y no vuelvas a pecar"

No seas cabeza dura, ya quedan pocos días de cuaresma. Solo esta semana. No te resistas a la misericordia de Dios. No tengas miedo. Acércate y confiésate. QUE ¡PARA ESO ES LA CUARESMA, PARA ESO ES!

Dios y Padre nuestro, purifica de sus pecados al pueblo que te suplica, para que llevando una vida santa se vea libre de toda adversidad. Amén

AVEMARÍA

Dios te salve, María, llena de gracia, 
el Señor es contigo. Bendita eres 
entre todas las mujeres y bendito 
es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, 
ruega por nosotros pecadores 
ahora y en la hora de nuestra muerte. 

Amén.