Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manso y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo"Mt. 11, 29.
Martes II cuaresma: "El que se humilla, será enaltecido"
Cuando fui joven, hace 23 años, por Misericordia y Gracia de Dios, tuve un "Kerigma", es decir, una primera experiencia fuerte de encuentro con Jesucristo, Señor mío y Dios mío. De estas experiencias agradables que son difíciles de explicar con palabras, pero que me hacen entender un poquito a San Pablo cuando escribió: "Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como estiércol a fin de ganar a Cristo". (Fil. 3, 8). Es tal lo fortalecido de tu fe y tu amor por Cristo, que sí, consideras estiércol cualquier tentación del demonio por grande que sea.
Bueno, pues así de imperfecto como soy, fui llamado por Cristo a integrar los grupos juveniles y respondí SÍ, a ese llamado y a dar testimonio del gran amor de Dios. Dediqué 8 años de mi vida al duro trabajo por los jóvenes de mi comunidad y hasta de la Diócesis aquí en Colima.
Me dijo una vez un amigo integrante de grupo juvenil: ¡Miguelón, yo quiero ser como tú!
Me quedé helado, mudo, sentí un miedo terrible y me puse muy triste porque descubrí que, no había sido capaz de transmitirle a él y no supe a cuántos más, que al que deben seguir, en quien deben confiar y poner su fe, es a Cristo.
Lo mismo me podría estar pasando con algunos de los que siguen estas reflexiones, que porque las escribo me imaginen entre nubes y que crean que "soy tan re bueno". A estos, aprovechando el evangelio de hoy, quiero decirles que están muy equivocados, que delante de Dios y de ustedes me declaro un terrible pecador, que al igual que todos, muchas veces he sido superado por la tentación y he caído deliberadamente en el pecado. No me rajo y esto de escribir las reflexiones es estar dando la batalla contra las tentaciones, pues todas las "reprimendas" y los compromisos que sugiero, los tomo primero para mi. No es mi intensión escribir estas cosas para ser reconocido por la gente, si lo toman en cuenta ¡qué bueno!, pero más que eso, tengo el compromiso con Dios, de "echar las redes", de la pesca Él se encargará. De manera que pido perdón a Dios y a ustedes, y ofrezco rezar por todos ustedes, lo que han detectado en mi, actitudes de Escriba o Fariseo en el sentido de decir una cosa y hacer lo contrario o cuando me he excedido y he hecho cosas por ser reconocido. Pero también ofrezco perdón y rezar por todos los que me han calumniado, por los que han dicho mentiras de mi y por sus juicios temerarios (reflexión de ayer), pido a Dios que no se los tome en cuenta.
Entonces, hoy el evangelio te invita también a ti a "entrar en tu cuarto, cerrar la puerta", reflexionar e identificar en esta cuaresma:
- ¿Cuales han sido tus actitudes de Escriba o Fariseo?
- Ejercicio de humildad para pedir perdón por tu excesos
- Acto de Misericordia por los que te persiguen.
Si tienes mayor disposición, un buen momento para hacerte estas preguntas podría ser antes de confesarte, pero algo realmente supremo sería que lo hicieras antes de confesarte y ante la Sagrada Eucaristía. Porque "el que se humilla, será enaltecido"
Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, la que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, Te pedimos que recibas en Tus manos Nuestra petición, y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo. Amén.