Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manso y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo" Mt. 11,29.
Estaban dos sapos en el pantano, cuando de pronto, uno de ellos ve pasar a una luciérnaga y se mantiene viéndola hasta que se va. Entonces, el acompañante le dice: -¿Qué le ves?, nosotros no comemos luciérnagas (es cierto, los sapos comen grillos, moscas, hormigas, pero no luciérnagas). Pues, de nuevo pasó la luciérnaga y este sapo igual, viéndola. El otro: ¿Qué le ves? y así en varias ocasiones. Hasta que de pronto, el sapo mirón de luciérnaga, la atrapó con su lengua, la revoloteó hasta que murió y luego la aventó al suelo. Y el otro sapo: ¿Pero porqué hiciste eso?, ¿Porqué la mataste? y dijo el sapo,"¡porque brilla!"
En el evangelio de hoy de San Juan, los judíos y hasta nuestros días gente en todo el mundo no acepta a la luz, que es la fuente de toda luz; Jesucristo Dios. Con Sacrilegios, herejías, calumnias, malos chistes, difamaciones, otros dioses pinchurrientos, etc., pretenden que todos hagamos lo mismo, que perdamos la fe, que lo sigamos condenando a muerte y crucificando. ¡Es terrible!
Cuando alguien enciende una luz, el primero en ser alumbrado es el portador de esa luz, de manera que su suciedad, su porquería es la que resalta primero que la de otros y queda al descubierto. Es por eso que los que viven en las tinieblas, están agazapados, escondidos, se niegan a alumbrarse. Otros, pretendiendo se más astutos son como este sapo, que prefieren comerse a la luciérnaga, antes que dejar que brille.
Este Domingo de Ramos ya no es cuaresma. A partir del domingo y durante toda la semana Cristo te mostrará con mayor fuerza Su santidad y Su misericordia. Quiero sugerirte una cosa: Ya no seas como este sapo, no mates esa LUZ, ese no es el camino. Ahora aprovéchala y participa de las actividades en la iglesia, tú iglesia católica. Hay un espacio para ti y Cristo te espera con los brazos abiertos para que tengas un encuentro personal con Él.
Sí, yo lo sé por experiencia, solemos poner como pretextos: el trabajo, el estudio, las tareas de la casa, en fin, cuesta trabajo y se siente muy incomodo encender la luz, es decir, descubrir nuestras miserias, nuestros pecados delante de Dios a través de un examen de conciencia y del sacramento de la confesión, pero puedes apoyarte en lo que dice hoy el Salmista: "Recurran al Señor y a su poder, búsquenlo sin descanso. Recuerden los prodigios que él ha hecho, sus portentos y oráculos". Y al final, quédate con esta frase del evangelio: "Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras no morirá para siempre".
Pero ¡aclarando amanece!, si tú necesitas trabajar para llevar dinero a tu casa y mantener a tu familia, si necesitas cuidar de un enfermo todo el día, si tu acompañas al que esta triste, si das de comer al hambriento, su vistes al desnudo, en fin, este tipo de asuntos que piden tu atención y no pueden esperar. Si tu los cumples cabalmente y los ofreces a Cristo, te aseguro que aunque no vayas al templo, tendrás tu encuentro con Cristo.
Padre BUENO: Atiende a quienes te dirigimos nuestros ruegos y protege en tu bondad a quienes hemos puesto la esperanza en tu misericordia, para que, purificados de toda mancha de pecado, perseveremos en una vida santa y lleguemos a ser herederos de tus promesas. Amén.