Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manzo y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo" Mt. 11, 29.
Del santo Evangelio según san Mateo: 9,14-15.
Desde el miércoles de ceniza se nos pide practicar: La oración, la limosna (obras de misericordia) y el ayuno, y sobre esta práctica nos habla el evangelio este día, en donde los discípulos de Juan le preguntan a Jesús porqué sus discípulos no ayunan y el contesta: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán".
Cristo es el esposo, su esposa es la Santa Iglesia católica, pero "vendrán días en que les quitarán al esposo y entonces sí ayunarán". Entonces podemos entender que el ayuno no debe hacerse por simple costumbre, por tradición. El motivo principal del ayuno es porque estamos tristes porque nos quitaron al novio. Recodemos el pasaje del Evangelio de Lc. 2, 41-52, en donde Jesús se le pierde a sus padres San José y Santa María cuando regresaban de Jerusalén, ellos los buscaron, estaban preocupados porque "habían perdido al novio" y de cierta manera ayunaron, hasta que lo encontraron en el Templo, enseñando en medio de los doctores de le ley. Este es un ayuno el que le gusta a Dios.
En cambio: por estos días hay mucha gente como tu y como yo, que nos quitaron al novio y no nos dimos cuenta: Hemos dejado la confesión, hemos dejado la comunión, hemos dejado de ir a la Santa Misa, dejamos la oración y esto ha dado como resultado la pérdida del verdadero espíritu del ayuno, un ayuno infecundo, estéril. Por que ya no atendemos al huérfano y la viuda, al pobre, al necesitado de cariño y de sustento. Ahora se hacen chistes para poner el ridículo a Cristo, los científicos dicen que Dios no existe, que Él no fue necesario para que existiera lo que existe, se vota por partidos políticos que promueven leyes de muerte, estas a favor del aborto, no sientes nada por en la guerra entre Ucrania y Rusia, la violencia en Colima es tan normal, que ya no te conmueve la gente que diariamente pierde la vida, que es desaparecida, asesinada. Estos son ayunos de muerte que desde la primera lectura del capítulo 50 de Isaías, Dios reclama, ayunos estériles, que no sirven de nada, porque al mismo tiempo que ayunan y "cumplen con la ley", a ese mismo tiempo, oprimen a sus trabajadores, pelean por cualquier cosa, y pregunta: ¿a caso creen que es este el ayuno que me agrada? y al final de esta lectura, Dios nos muestra el ayuno que quiere de nosotros:
"Que rompas las cadenas injustas y levantes los yugos opresores; que liberes a los oprimidos y rompas todos los yugos; que compartas tu pan con el hambriento y abras tu casa al pobre sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor cerrará tu marcha.
Ahora, bien valdría la pena hacernos estas preguntas:
- El mundo te ha quitado a Cristo, ¿qué vas a hacer al respecto?
- Después de reflexionar, ¿Qué ayunos infecundos o estériles descubres en tu vida?
- ¿Qué ayunos agradables a Dios estas dispuesto o dispuesta a practicar en esta cuaresma?
Todo ayuno agradable a Dios, necesariamente debe terminar en una obra de misericordia, que se elevará a Dios, sin palabra alguna, como una oración perfecta.