Cuaresma: "Iesu, mitis et humilis corde, fac cor meum sicut tuum". "Jesús, manso y humilde de corazón. haz mi corazón semejante al tuyo" Mt. 11, 29.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 36-38
¡Déjame así, no me juzgues, no cambiaré de opinión!; estas y otras cosas dicen los drogadictos, los alcohólicos, los que consumen pornografía, los que están a favor del aborto y del Lobby Lgbtttiq(*), etc.
(*) Sé que los homosexuales y lesbianas son: repudiados y discriminados por algunas personas de nuestra Santa Iglesia Católica, que son maltratados, violentados y hasta asesinados. En ese sentido deberían ser atendidos y protegidos por las leyes, pero esta ideología lejos está de luchar por reducir esa brecha de desigualdad al aprobar leyes como el matrimonio y la adopción entre personas del mismo sexo. Esto es muy controversial pero es la verdad, los que se adhieren a esto solo son utilizados.
"¡No juzguéis y no seréis juzgados!", nos dice Cristo en el evangelio, pero luego la Santa Iglesia Católica nos enseña las obras de misericordia que debemos platicar y entre las espirituales señala: "corregir al que erra". y ahora el dilema es ¿cómo corregir al que erra sin emitir un juicio y sacar conclusiones de que está mal y debe ser corregido? El mismo evangelio sustenta esta determinación de la Iglesia cuando dice que primero tu lo trates de corregir, si no te escucha, llevas un testigo, si persiste, te hagas acompañar de varios y si ni así, que te apartes de él, (ojo, no dice que los discrimines, que les impidas participar en la iglesia y mucho menos que no lo dejes entrar).
Y ¿Entonces cómo así?, ¿debes emitir juicios o no? pues lo que pasa es que no has leído lo que nos dice Cristo antes de "no juzguéis y no condenéis", y es: "Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso", es decir, que todo juicio de corrección se puede hacer, siempre y cuando sea con misericordia y priorizando el beneficio del prójimo antes que lo hagas por orgullo, vanidad, reconocimiento de los demás.
Esta última conducta sí resulta un juicio temerario e irresponsable y por el cual Dios podría juzgar: "con la medida que midáis se os medirá". En estos tiempos esta de moda la palabra "Karma", pero no hay tal, ya que "Vuestra es Señor la Justicia" dice la primera lectura del Libro de Daniel y puesto que nos ama, es que ejerce su Justicia Divina. Pero la situación tiene un agravante mayor cuando "ni pichas, ni cachas, ni dejas cachar", es decir, cuando eres indiferente, cuando vives en un egoísmo cómodo, cuando evitas el compromiso y sales con que "de eso no quiero hablar", cuando no te preocupa siquiera el sufrimiento o el esfuerzo de tu familia y mucho menos de los que no lo son "que se rasquen con sus uñas, ¿no?"
Pidamos a la Santísima Virgen María que nos ayude a cambiar estos juicios temerarios e impulsivos por misericordia para el prójimo, porque misericordia es transformar nuestra vida en la dirección de Dios. Amén.